Catedral de Sevilla
Despues de mucho tiempo, pasado un comprensible shock por el cambio radical en mi vida, estudios e independencia forzada en Europa, por fin me siento nuevamente a incorporar notas aqui, en mi blog. La orientacion de este blog ha sido siempre hacia la arquitectura y la sostenibilidad, mas haré un parentesis para referirme a temas mas generales, dentro de las fuentes de las que me he estado alimentando todo este tiempo.
Esta primera entrada la dedico a Sevilla (Andalucia, España) privilegiado punto de residencia. Empezaré por la arquitectura mas tradicional y antigua, los referentes al-Ándalus (árabe الأندلس) y neo mudejar, en una primera parte que se extenderá posteriormente. No seguiré un orden especifico, mucho menos cronologico aunque procuraré dar los principales detalles de las edificaciones.
Tras la Reconquista de la Ciudad por Fernando III "El Santo", el Cabildo Catedralicio decidió crear, según cuenta la leyenda: "Una iglesia tan grande que los que la vieren acabada nos tengan por locos". La Catedral fue levantada a partir de 1402, sobre la antigua Mezquita mayor, de la cual sólo se conservan el alminar modificado (la Giralda) y el Patio de las abluciones (Naranjos).
La Catedral de Sevilla fue construida en los siglos XV y XVI en estilo Gótico sobre los restos de la antigua Mezquita Mayor de la Sevilla árabe. Es el edificio religioso más grande de España y el tercero más grande en extensión del mundo Cristiano.
Su planta es un rectángulo del que únicamente sobresale la gran capilla real de Carlos V que aunque parece un ábside es una dependencia aparte. Tiene una nave central y cuatro laterales, veinticinco capillas más otras construcciones añadidas como sacristías, archivos, bibliotecas, patios, sala capitular, sala de ornamentos y crucero no acusado en planta y girola cuadrada con capillas tras el altar mayor. En lugar de triforio se adoptó la solución de crear un balcón corrido a lo largo de la nave mayor.
Dadas sus grandes dimensiones, el conjunto de la Catedral de Sevilla cuenta con un número significativo de puertas, tales como la Puerta del Perdón, las de la cabecera -una posición atípica para los accesos-, denominadas de los Palos y de las Campanillas, o las mayores abiertas en el crucero, la de San Cristóbal y la Concepción, que da sobre el Patio de los Naranjos. Sin embargo, el acceso a la gran Catedral gótica se realiza por la fachada de los pies. En ella están sus dos portadas principales, la del Nacimiento y la del Bautismo, con su singular escultura de barro cocido y policromado, de un notable realismo.
No menos elevada es la cantidad de capillas que habitan en su interior, entre las que destacan la Capilla Real, la de la Concepción Grande, la Capilla del Mariscal o de la Purificación, la de los Dolores o la Capilla de la Virgen de la Antigua.
La Catedral es además custodia de un importante conjunto de obras de arte, como los retratos de San Isidoro y San Leandro de Murillo o las pinturas para el retablo de la Capilla de San Pedro, obre de Zurbarán.
Declarada por la UNESCO en 1987 Patrimonio de la Humanidad, la Catedral de Sevilla es la catedral gótica más grande del mundo y el tercer templo cristiano en cuanto a su tamaño por detrás de la Basílica de San Pedro del Vaticano en Roma y la Basílica de Nuestra Señora Aparecida en Brasil.
La Giralda, declarada Patrimonio de la Humanidad en 1987, fue construida a imagen y semejanza de la Kutubía de Marrakech (Marruecos), si bien el remate superior formado por el campanario y la giraldilla, se añadió en el Renacimiento. La Giralda, antiguo alminar de la mezquita almohade, comenzado a construir en 1184 por el arquitecto Ahmed Lbn Baso y concluido por Ali de Gomara en 1198. El alminar o torre arranca sobre un basamento de piedra en el cual se advierten sillares que proceden de antiguos edificios romanos de Sevilla; el gran cuerpo de la torre se levanta en ladrillo alzando hasta la estatua que la corona la altura de 94 metros. La fusión del cuerpo superior renacentista con el inferior almohade esta realizada de forma perfecta y armoniosa, fundiéndose de manera admirable elementos arquitectónicos de dos culturas distintas, separadas por cuatro siglos en el tiempo.
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