Arquitectura: Pabellón de España en Expo Zaragoza, un edificio ecológico hecho de bambú [Patxi Mangado].
Reproducir el espacio de una chopera, o de un conjunto de bambúes sobre una superficie de agua, ha sido el objetivo básico. Por un lado se crea un mecanismo edilicio capaz de generar increíbles posibilidades desde el punto de vista de la lógica energética y del compromiso medioambiental, cuestión ésta básica pero en todo caso fundamental y emblemática para el futuro Pabellón de España en la Exposición Internacional de Zaragoza. (Vie Dic 05 2008)
El pabellón es una apuesta por una arquitectura comprometida con el medio ambiente y el desarrollo sostenible. Reproducirá un bosque de pilares que envuelve diáfanos volúmenes de vidrio donde se realizan las exposiciones constituye la base del pabellón, concebido bajo criterios de ahorro energético, con una gran cubierta que proporciona sombra al edificio. De esta forma, y con la utilización de materiales respetuosos con el medio ambiente y la integración de energías renovables, el pabellón desarrollará un microclima que permitirá al visitante resguardarse del intenso calor del estío zaragozano.
Los múltiples pilares, forrados de barro cocido, se convertirán en soportes generadores de ese microclima. La cubierta será un contenedor energético donde se dispondrán colectores solares y acumuladores de agua para recuperar la de la lluvia. Esta condición del edificio de Arquitectura con compromiso medioambiental alcanza su máximo exponente gracias a la intervención del Cener, que ha cuidado que todos los elementos, además de potenciar el ahorro energético, sean reutilizables.
Reproducir el espacio de una chopera, o de un conjunto de bambúes sobre una superficie de agua, ha sido el objetivo básico. Por un lado se crea un mecanismo edilicio capaz de generar increíbles posibilidades desde el punto de vista de la lógica energética y del compromiso medioambiental, cuestión ésta básica pero en todo caso fundamental y emblemática para el futuro Pabellón de España en la Exposición Internacional de Zaragoza, pero por otro se traslada a la arquitectura uno de los espacios más atractivos, física y lumínicamente hablando, al que podemos enfrentarnos. Espacios cambiantes, llenos de sugerencias y matices, donde conceptos como la verticalidad y la profundidad juegan un papel fundamental.
¿Es posible la reproducción artificial de un hecho natural?
Vieja aspiración frustrada de la arquitectura. Sin embargo en este caso sí es posible la aproximación dado que la fuerza geométrica de la metáfora está a nuestro favor. Por otra parte la imagen propuesta dota de un simbolismo necesario a lo que debe ser una actuación de Pabellón en este caso el de España en una exposición universal. La referencia metafórica donde el agua está presente a través del paisaje referenciado es fuerte y evidente.
Ejecución. Piezas.
La ejecución es fácil y clara. Los elementos verticales se pueden fabricar en taller. Tienen un núcleo metálico forrado con piezas elaboradas como los botijos, piezas iguales que en contacto con el agua absorben ésta generando las corrientes de aire que actúan como microclimas.
Su arriostramiento al objeto de garantizar su unidad estructural es muy fácil y sencillo y se basa en el mismo esquema que encontramos en muchos viveros al objeto de mantener la verticalidad del tronco.
Cubierta.
Una gran cubierta, apoyada en todos estos perfiles, cubre el pabellón. Una cubierta muy útil pues su grosor [3 mts.] permite albergar sistemas de ahorro energético y, a su vez, graduar la luz mediante el recurso a la profundidad que hace que los rayos, muy controlados, se dibujen y reflejen sobre los pilares y la superficie de agua en la base. La cubierta queda recubierta con paneles de madera de viruta reciclada.
Espacios expositivos.
Son vacíos excavados. Sus forjados quedan colgados de la cubierta y sólo arriostrados a los pilares. Se construyen con vigas de madera procedente también de viruta y resina reciclada. El cierre exterior es de vidrio si bien anclados a la estructura se prevén sistemas de tabique móviles, con aislamiento acústico, que permiten lograr la estanqueidad visual y acústica que es necesaria tanto para el desarrollo de algunas exposiciones como del uso futuro de centro de cine.
Los múltiples pilares, forrados de barro cocido, se convertirán en soportes generadores de ese microclima. La cubierta será un contenedor energético donde se dispondrán colectores solares y acumuladores de agua para recuperar la de la lluvia. Esta condición del edificio de Arquitectura con compromiso medioambiental alcanza su máximo exponente gracias a la intervención del Cener, que ha cuidado que todos los elementos, además de potenciar el ahorro energético, sean reutilizables.
Reproducir el espacio de una chopera, o de un conjunto de bambúes sobre una superficie de agua, ha sido el objetivo básico. Por un lado se crea un mecanismo edilicio capaz de generar increíbles posibilidades desde el punto de vista de la lógica energética y del compromiso medioambiental, cuestión ésta básica pero en todo caso fundamental y emblemática para el futuro Pabellón de España en la Exposición Internacional de Zaragoza, pero por otro se traslada a la arquitectura uno de los espacios más atractivos, física y lumínicamente hablando, al que podemos enfrentarnos. Espacios cambiantes, llenos de sugerencias y matices, donde conceptos como la verticalidad y la profundidad juegan un papel fundamental.
¿Es posible la reproducción artificial de un hecho natural?
Vieja aspiración frustrada de la arquitectura. Sin embargo en este caso sí es posible la aproximación dado que la fuerza geométrica de la metáfora está a nuestro favor. Por otra parte la imagen propuesta dota de un simbolismo necesario a lo que debe ser una actuación de Pabellón en este caso el de España en una exposición universal. La referencia metafórica donde el agua está presente a través del paisaje referenciado es fuerte y evidente.
Ejecución. Piezas.
La ejecución es fácil y clara. Los elementos verticales se pueden fabricar en taller. Tienen un núcleo metálico forrado con piezas elaboradas como los botijos, piezas iguales que en contacto con el agua absorben ésta generando las corrientes de aire que actúan como microclimas.
Su arriostramiento al objeto de garantizar su unidad estructural es muy fácil y sencillo y se basa en el mismo esquema que encontramos en muchos viveros al objeto de mantener la verticalidad del tronco.
Cubierta.
Una gran cubierta, apoyada en todos estos perfiles, cubre el pabellón. Una cubierta muy útil pues su grosor [3 mts.] permite albergar sistemas de ahorro energético y, a su vez, graduar la luz mediante el recurso a la profundidad que hace que los rayos, muy controlados, se dibujen y reflejen sobre los pilares y la superficie de agua en la base. La cubierta queda recubierta con paneles de madera de viruta reciclada.
Espacios expositivos.
Son vacíos excavados. Sus forjados quedan colgados de la cubierta y sólo arriostrados a los pilares. Se construyen con vigas de madera procedente también de viruta y resina reciclada. El cierre exterior es de vidrio si bien anclados a la estructura se prevén sistemas de tabique móviles, con aislamiento acústico, que permiten lograr la estanqueidad visual y acústica que es necesaria tanto para el desarrollo de algunas exposiciones como del uso futuro de centro de cine.
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